Lee un extracto de “Aftermath: Life Debt”

Se ha revelado un extracto de la próxima novela de Chuck Wendig titulada Aftermath: Life Debt, secuela de Aftermath, veremos la misión de Han y Chewie para liberar Kashyyyk del Imperio, pero lo principal del siguiente extracto es que veremos a Leia, utilizando la Fuerza:

La habitación es blanca y prácticamente vacía. Las paredes están acolchadas. Las ventanas están por doquier, y la luz del sol que entraba es fuerte y brillante.

Las únicas cosas en esta sala son Leia y una planta.

La planta es un pequeño árbol de los árboles del santuario de Endor, aunque algunos lo llaman el rompecabezas de la serpiente, llamada así por la forma en que las oscuras ramas se entrelazan en una especie de lazos orgánicos.

Ella creció desde una semilla, una pequeña bellota rugosa que le había dado el pequeño Ewok conocido como Wicket. Creció en una maceta con tierra Chandrilana, y para su sorpresa y deleite, la tomó.

Se ha convertido en un foco de sus meditaciones, por la sugerencia de Luke. Ella decidió, después de salir de la sala de reuniones, que era mejor venir aquí. Lo mejor para ella era centrarse en algo que no fuera el estado de la galaxia, o la naciente Nueva República, o la molesta sensación en lo profundo de su ser de que Mon Mothma la ha traicionado de alguna pequeña manera pero significativa.

Ella se sienta con ella en el centro de la habitación, con las manos descansando suavemente sobre su vientre de embarazada.

Aclara su mente.

Y entonces trata de sentir el árbol.

Lo hace al menos una vez al día.

Leia nunca ha sentido el árbol.

¡No es por falta de intentos! Ella se sienta aquí. Ella misma suelta el aire, y luego intenta liberarse de pensamientos. Al igual que Luke la enseñó. Esa parte funciona bien la mayor parte del tiempo. Sin embargo, dijo que era posible sentir la fuerza vital de las cosas con la Fuerza.

Ella le juró que simplemente no la tiene. Esto es la energía mística, intangible que posee su hermano y (este pensamiento viene con un conjunto de escalofríos subiendo por su espalda) que su padre, su padre biológico, poseyó, también.

Luke siguió jurandola que, con el tiempo, va a llegar a sentir la fuerza del mismo modo que él lo hace. La explicó que así fue como sintió su dolor de en Ciudad Nube, colgado allí, cansado y golpeado y a punto de caer en las turbulentas nubes de abajo. Dijo que le enseñaría.

Y la enseñó. Algunas cosas, por lo menos.

¿Entonces? Se marchó.

Al igual que Han se marchó.

Luke …

Ella encontró su mente vagabundeando con él ahora. Sus pensamientos se centraron en su imprevisible hermano como un ser vivo, como las ramas que buscan el sol. Te necesito aquí. Necesito tu ayuda. Luke a veces tuvo la ingenuidad de un niño de granja, sí, pero ahora ella siente que podría utilizar un poco de eso.

Su mente es una maraña de pensamientos. Las complejidades de la política, el amor (y la ira por) Han, la pérdida de Luke, y por encima de todo la preocupación cada vez más persistente acerca de la vida que lleva.

Su piel se estremece. Su mente se siente repentinamente a la deriva del resto de ella. Leia se siente lo suficiente mareada como para caer.

Oh.

¡Oh, mi!

¡Ahí! Ahí está. Un alivio sobre ella y a través de ella, una conciencia diferente a la que alguna vez antes sintió. Una latente luz, parpadeante y fuerte.

No es la planta. No es Luke. Ni siquiera es Han.

Es su hijo.

Esto no es sólo el reconocimiento de una madre de la vida en su interior, la cual, ya conoce. Ella es muy consciente del bulto y la bajada de esa pequeña persona que lleva. (Y ella ya conoce acerca de la acidez estomacal, las náuseas pre-desayuno, y la náusea post-desayuno, y el hambre post-post-desayuno …)

Esto va más allá de todo eso. Esto es algo ajeno a ella. No es una sensación física. Es todo a su alrededor. La baña como el perfume de una selva de flores. Como tal, ella es pronto consciente de la mente y espíritu de su hijo: Ella siente el arrebato y el ingenio y la sangre de acero y la mente aguda y por la sangre de Alderaan, ¡éste va a ser un luchador!

Espera.

¿Él?

Es un niño.

Es un niño.

Sus manos vuelan a su boca mientras ríe y llora al mismo tiempo. Esto, piensa ella, es el lado de la luz del que Luke siempre habla, la promesa de la luz, la promesa de una nueva vida. . .

Y entonces, el ribete negro del lado oscuro rodea su dicha como una soga. Porque cabalga veloz tras los talones de la esperanza, pero el miedo, un miedo que se extiende a lo largo y ancho como una sombra cada vez mayor. El miedo de tener un hijo en una galaxia inestable. El miedo de si Han está vivo o no, o Luke, también. ¿Crecerá el niño con un padre? ¿Un tío? ¿Un mentor? ¿Cuál es su legado y cuál será el legado de su niño?

Su respiración se contrae en su pecho. Ella tiene que hacer un esfuerzo para respirar.

Aclara tu mente. Borra todo. Concéntrate, Leia. Concéntrate.

¿Son esos sus pensamientos?

¿O son los de Luke?